Aunque las Navidades acaban de terminar y el verano parece estar muy lejos, el mundialmente famoso festival de Glastonbury ya está dando que hablar. Lejos de tratarse de rumores sobre quiénes serán los cabezas de cartel de este año, el último gossip de Glasto se centra en la propagación de las bajas frecuencias.
Aunque no es tan emocionante hablar de la contaminación acústica como de Paul McCartney, Taylor Swift o Diana Ross, es igualmente importante, ya que plantea verdaderos problemas a los residentes que viven cerca. Tanto es así, que el Consejo del Distrito de Mendip, autoridad local bajo cuya competencia se celebra el festival de verano, ha identificado nueve aspectos en los que los organizadores del evento deben mejorar los resultados de años anteriores, a fin de reducir el riesgo para la salud y la seguridad públicas.
Aunque el consejo convino en que el festival de 2019 había mejorado notablemente con respecto al de 2017, aún quedaban varios aspectos por abordar, uno de los cuales era el ruido y las molestias.
Según NMEDurante el festival del año pasado, el ayuntamiento recibió un total de 37 quejas por ruido, más que en los dos eventos anteriores. Entre las recomendaciones para el festival de 2020, la autoridad local afirma que hay que hacer más para evitar la propagación de ruidos de baja frecuencia, sobre todo a altas horas de la noche.
¿Qué es el ruido de baja frecuencia?
En pocas palabras, el ruido de baja frecuencia es exactamente lo que dice: ondas sonoras a baja frecuencia. Sin embargo, en el contexto de los festivales de música, el sonido de baja frecuencia lo produce la música con graves intensos. Normalmente, esto no conllevaría demasiadas advertencias para la salud, pero durante los festivales de música y los conciertos, los efectos del ruido de baja frecuencia aumentan, porque el propio sonido se amplifica.
El Festival de Glastonbury es uno de los eventos musicales más famosos del mundo y se celebra todos los años en junio, salvo en 2018, cuando se canceló debido al mal tiempo.
El ruido de baja frecuencia es una de las principales causas de molestias relacionadas con el sonido, y según un Estudio de 2011 de la Universidad de GotemburgoLa prevalencia de las molestias aumenta a medida que aumenta la presión sonora. La investigación continúa explicando que el ruido de baja frecuencia está relacionado con dolores de cabeza, cansancio, problemas de concentración, irritación y presión en el tímpano, todo lo cual puede conducir en última instancia a la privación del sueño y, en casos más graves, a una mala salud mental.
¿Qué puede hacer Glastonbury?
Nadie quiere arruinar la diversión de la gente ni impedir la experiencia de la música en directo, pero el ruido excesivo plantea una serie de riesgos para la salud de las personas, y los organizadores de eventos deben disponer del equipo adecuado para medir y controlar los niveles de ruido, a fin de garantizar que se reducen los riesgos.
Los festivales pueden utilizar equipos como monitores de exterior en el perímetro de un evento y sonómetros y dosímetros de ruido portátiles en el propio lugar del evento para vigilar, medir y controlar los niveles de ruido a fin de proteger a trabajadores y residentes de los peligros que puede entrañar una exposición excesiva al ruido.
¿Qué ofrece Cirrus para ayudar a los festivales de música con el ruido?
Estamos increíblemente orgullosos de trabajar tanto con el Consejo del Distrito de Mendip como con el Festival de Glastonbury, proporcionándoles instrumentación acústica líder en el mercado para ayudar a controlar los niveles de ruido. Ofrecemos desde sonómetros portátiles y dosímetros de ruido personales hasta kits de medición para exteriores, perfectos para un control a largo plazo.
Nuestros doseBadges en acción en Glastonbury 2014.
Somos lo suficientemente flexibles como para satisfacer las necesidades de todos nuestros socios, por eso también ofrecemos equipos en alquiler, lo que significa que sólo pagará por lo que necesite cuando lo necesite, ¡igual que los organizadores de Glastonbury!
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