Recientemente, en el Festival de Ravenstonedale, en el corazón de Cumbria, se puso en práctica un método bastante inusual de control del ruido cuando parecía que la acústica local conspiraba contra los organizadores
El Reino Unido es famoso por su rico patrimonio de festivales al aire libre, ya sean musicales o literarios, agrícolas, gastronómicos o dirigidos a públicos aún más especializados. Pero cada festival es único y, por grande o pequeño que sea, conlleva sus propios problemas de salud, seguridad y ruido.
Chris Selkirk, consultor de ruido, no es ajeno a estos problemas, ya que ha trabajado en una gran variedad de festivales a lo largo de los años, tanto en zonas urbanas como rurales.
Ravenstonedale es un evento familiar de tres días de duración que se celebra en el hermoso valle de Eden y en cuyo escenario principal se toca una mezcla ecléctica de música indie, rock, blues, ska y acústica. En la edición de este año, se Ravenstonedale introdujeron elementos nuevos como comedia, poesía y secciones acústicas, además de la popular carpa de baile, en la que unos 1000 asistentes disfrutaron de una potente música electrónica durante toda la noche.
«Pensamos que la única solución iba a ser bajar el volumen de la música»
Pero donde hay festivaleros hay ruido y, a pesar de lo rural de la zona, Chris era muy consciente de que había varias casas en un radio de 800 metros del recinto principal que se iban a ver afectadas por el ruido.
«Solo había unas pocas casas de campo, pero nos estaban causando verdaderos quebraderos de cabeza y pensamos que la única solución iba a ser bajar el volumen de la música para cumplir la normativa sobre ruidos», explica Chris.
Chris utilizó el sonómetro ambiental Optimus de Cirrus Research para obtener sus lecturas precisas en varias partes del recinto y, en particular, alrededor de los sistemas de sonido. El sonómetro ambiental Optimus ofrece un rendimiento de Clase 1 y cuenta con la última tecnología digital con una pantalla OLED en color de alta resolución y un teclado retroiluminado, algo esencial para Chris en su entorno al aire libre y teniendo que hacer frente a la escasa o nula luz natural, ya que los festivales continuaban hasta bien entrada la noche.
«El sonómetro ambiental Optimus era el mejor por lo fácil que es de usar para las lecturas en directo».
Con los datos del sonómetro ambiental Optimus trazó un mapa exacto de los puntos más ruidosos del recinto del festival y a continuación, se dispuso a mitigar el ruido gestionando la disposición y con un poco de ayuda de un agricultor local.
Chris compró 50 fardos de paja compacta y construyó varios muros de 6 m de ancho por 3 m de alto alrededor de los sistemas de sonido más ruidosos. Resultó ser una medida muy rentable. Una vez colocados, Chris volvió a hacer mediciones con el sonómetro ambiental Optimus y vio que se había reducido en 42 dBA los niveles de ruido, a solo 12 metros de la pista de baile, detrás de los fardos de paja, con lo que el recinto estaba dentro de los límites legales de 45 dBA para las propiedades sensibles al ruido después de las 11 de la noche.
«Las barreras de los fardos de paja permitieron aumentar el volumen de los sistemas de sonido entre 10 y 15 dBA.»
«Las barreras de los fardos de paja permitieron aumentar el volumen de los sistemas de sonido entre 10 y 15 dBA respecto al año anterior, superando nuestras expectativas», explicó Chris. «Fue una gran solución porque los fardos no desentonaban en este entorno de festival rural y al final del fin de semana simplemente las vendimos de nuevo al agricultor, ¡así que fue muy rentable y respetuoso con el medio ambiente!»
«El sonómetro ambiental Optimus era el mejor para este tipo de aplicación por lo fácil que es de usar para hacer lecturas en directo; pasar rápidamente de pantalla de información a otra (gráfica, numérica, ponderaciones de frecuencia, vistas de filtrado de octavas de 1:1 y 1:3) mientras se toman lecturas reglamentarias de LAeqs de 5 y 15 minutos, es esencial para garantizar que un festival cumple con la normativa sobre ruido» dice Chris. «Es un dispositivo que ya he utilizado en muchas ocasiones y en muchos entornos. Para mi tipo de trabajo, siempre es mi primera opción. El sonómetro ambiental Optimus permite acceder fácilmente a las lecturas de control de los fines de semana, lo que resulta de enorme utilidad sin necesidad de descargar antes los datos».
Productos Cirrus utilizados en este estudio de caso
El sonómetro ambiental Optimus+ se ha diseñado específicamente para medir y controlar la exposición a la contaminación acústica y a las fuentes de ruido ambiental.
NoiseTools es nuestra base de datos de medición de ruido sin licencia, que se suministra de serie con nuestros sonómetros, dosímetros de ruido y kits de medición de ruido, para ayudarle a gestionar y controlar los niveles de ruido ambiental o en el lugar de trabajo.