Como uno de los principales fabricantes y diseñadores de motores de competición del mundo, los niveles de ruido en el lugar de trabajo siempre han sido un problema para Ilmor Engineering.
Pero cuando consiguieron un importante contrato con el gigante estadounidense General Motors para diseñar y fabricar un nuevo motor de carreras V6 turboalimentado para el campeonato IndyCar de 2012, sus responsables supieron de inmediato que esto supondría un aumento significativo de la producción, así como de los niveles de ruido en todos los departamentos de fabricación y pruebas.
En aquel momento, el sistema de gestión del ruido de la empresa dividía la fábrica en zonas en función de los niveles de exposición al ruido. El taller de maquinaria principal era en su mayor parte Zona 0 o donde los niveles de ruido están por debajo del nivel de acción 1 / 80 dB(A).
El nuevo contrato obligó a instalar más máquinas herramienta en el taller principal, lo que aumentó los niveles de ruido de fondo.
Estas incorporaciones también aceleraron el ritmo de producción, pero tenían el potencial de inclinar a algunos de los operarios de las máquinas que trabajaban en la zona 0 o con una exposición superior a 80 dB(A).
Nick Phillips, director de fabricación de Ilmor Engineering, explicó: "Cuando los empleados cargan y descargan el trabajo en la máquina, se utiliza una pistola de aire para soplar las virutas y el exceso de líquido de corte de la máquina. Esto genera niveles muy altos de ruido, aunque de corta duración, por lo que nuestros operarios utilizaron protección auditiva para controlar sus niveles de exposición al ruido."
Para determinar si los trabajadores de Ilmor Engineering estaban expuestos a niveles de ruido superiores a 80 dB(A), se llevó a cabo un estudio repetido de exposición al ruido ocupacional utilizando un Cirrus Research doseBadge®.