Parece que literalmente no pasa un día sin que haya algún tipo de campaña de concienciación, aniversario o mensaje impulsado por las relaciones públicas. La Semana Nacional de la Salchicha, el Día de las Compras, el Día de los Peculiares... lo que sea, en algún lugar del mundo lo celebramos.
Sin embargo, esta semana, el 3 de marzo, se celebra una jornada que para mí está más cerca de casa. Día Mundial de la Audición 2018. Y no es un nicho como crees, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo promueve y millones de personas en todo el mundo están afectadas.
¿Cuál es el alcance de este problema?
He aquí algunos datos bastante relevantes que ayudan a ilustrar los retos que tenemos por delante.
- 360 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición discapacitante, de las cuales 32 millones son niños.
- La pérdida de audición puede deberse a causas genéticas, complicaciones en el nacimiento, ciertas enfermedades infecciosas, infecciones crónicas del oído, el uso de determinados fármacos, la exposición a ruidos excesivos y el envejecimiento.
- 60% de las pérdidas auditivas infantiles se deben a causas evitables
- 1.000 millones de jóvenes (entre 12 y 35 años) corren el riesgo de padecer pérdida de audición debido a la exposición al ruido en entornos recreativos
- La pérdida de audición sin tratar supone un coste mundial anual de 750.000 millones de dólares internacionales. Las intervenciones para prevenir, identificar y tratar la pérdida de audición son rentables y pueden ser muy beneficiosas para las personas.
- Las personas con pérdida de audición se benefician de la identificación precoz, el uso de audífonos, implantes cocleares y otros dispositivos de asistencia, subtítulos y lenguaje de signos, y otras formas de apoyo educativo y social.
Pérdida de audición: estadísticas mundiales
En general, se calcula que más del 5% de la población mundial padece una pérdida de audición discapacitante, es decir, una pérdida de audición superior a 40 decibelios (dB) en el oído con mejor audición en adultos y una pérdida de audición superior a 30 dB en el oído con mejor audición en niños.
La mayoría de las personas con pérdida de audición discapacitante vive en países de ingresos bajos y medios, y aproximadamente un tercio de las personas mayores de 65 años sufre pérdida de audición discapacitante. La prevalencia en este grupo de edad es mayor en Asia Meridional, Asia Pacífico y el África Subsahariana.
Una de las principales consecuencias evidentes de la pérdida de audición es la capacidad del individuo para comunicarse con los demás. El desarrollo del lenguaje hablado suele retrasarse en los niños y puede tener profundas repercusiones en sus habilidades sociales, sus logros académicos y su carrera profesional en el futuro.
Existe un impacto económico obvio en el individuo, pero la OMS también hace estimaciones a mayor escala. La OMS calcula que la pérdida de audición no tratada supone un coste mundial anual de $750 mil millones. Esto incluye los costes del sector sanitario (excluido el coste de los dispositivos auditivos), los costes de apoyo educativo, la pérdida de productividad y los costes sociales.
En los países en desarrollo, los niños con pérdida de audición y sordera rara vez reciben algún tipo de escolarización. Los adultos con pérdida de audición también tienen una tasa de desempleo mucho más alta. Entre los que tienen empleo, un mayor porcentaje de personas con pérdida de audición se encuentran en los niveles más bajos de empleo.
En general, se cree que la mitad de los casos de pérdida de audición pueden prevenirse con medidas de salud pública. La vacunación contra las enfermedades infantiles, la mejora de la asistencia sanitaria a las mujeres embarazadas, la detección precoz y la intervención desempeñan un papel importante a la hora de detener la pérdida de audición. La tecnología y el desarrollo de mejores audífonos e implantes cocleares también son cruciales, pero a menudo están fuera del alcance económico de los países del segundo y tercer mundo.
¿Cómo está respondiendo la OMS?
Las buenas noticias son muchas. La OMS ayuda a los Estados Miembros a elaborar programas de atención otológica y audiológica integrados en el sistema de atención primaria de salud del país. La labor de la OMS incluye:
- Prestar apoyo técnico a los Estados miembros en la elaboración y aplicación de planes nacionales de atención auditiva
- Proporcionar recursos técnicos y orientación para la formación del personal sanitario en materia de audición.
- Elaborar y difundir recomendaciones para hacer frente a las principales causas prevenibles de pérdida de audición.
- Promover la concienciación sobre la prevalencia, las causas y las repercusiones de la pérdida de audición, así como sobre las posibilidades de prevención, identificación y tratamiento.
- Desarrollo y difusión de herramientas basadas en pruebas para una promoción eficaz
- Bbservar y promover el Día Mundial de la Audición como acto de promoción anual
- Crear asociaciones para desarrollar programas sólidos de atención auditiva, incluidas iniciativas para conseguir audífonos, implantes cocleares y servicios asequibles.
- Recopilar datos sobre sordera y pérdida de audición para demostrar la magnitud y el impacto del problema.
- Fomento de la escucha segura para reducir el riesgo de pérdida de audición inducida por el ruido en actividades recreativas a través de la iniciativa de la OMS "Por una escucha segura
- Promover la inclusión social de las personas con discapacidad, incluidas las personas con pérdida de audición y sordera, por ejemplo, mediante redes y programas comunitarios de rehabilitación.
Afortunadamente, la pérdida de audición está siendo reconocida internacionalmente como un problema debilitante que afecta a cientos de millones de personas. Así pues, sigamos tocando el tambor (como en nuestra campaña El ruido cambia vidas) y esperemos que más gente capte el mensaje.
