El Reino Unido es famoso por su rico patrimonio de festivales al aire libre, ya sean musicales, literarios, agrícolas, gastronómicos o dirigidos a públicos aún más especializados.
Pero cada festival es único y, por grande o pequeño que sea, conlleva sus propios problemas de salud y seguridad y de ruido.
Chris Selkirk, consultor en materia de ruido, no es ajeno a estos retos, pues ha trabajado en una gran variedad de festivales a lo largo de los años, tanto en zonas urbanas como rurales.
Hace poco, en el Festival de Ravenstonedale, en el corazón de Cumbria, Chris tuvo que emplear un método bastante inusual para controlar el ruido cuando parecía que la acústica local conspiraba contra los organizadores.
Ravenstonedale es un evento familiar de tres días de duración que se celebra en el hermoso valle de Eden y en cuyo escenario principal suena una ecléctica mezcla de música indie, rock, blues, ska y acústica. En la edición de este año, Ravenstonedale también introdujo algunos elementos nuevos como comedia, poesía y secciones acústicas, junto con la popular carpa de baile, donde unos 1.000 asistentes al festival disfrutaron de música electrónica hasta el techo durante toda la noche.
Pero donde hay público, hay ruido y, a pesar de su ubicación rural, Chris era muy consciente de que había varias casas en un radio de 800 metros del recinto principal que se verían afectadas por el ruido.
"Sólo había un puñado de casitas, pero nos estaban causando un verdadero quebradero de cabeza y pensamos que la única solución iba a ser bajar el volumen de la música para cumplir la normativa sobre ruidos", explicó Chris.
Chris utilizó el Cirrus Research Optimus Medio Ambiente sonómetro para obtener lecturas precisas en diversas partes de las instalaciones y, en particular, alrededor de los sistemas de sonido. El Optimus Green ofrece prestaciones de Clase 1 según la norma IEC 61672-1:2002 y dispone de la tecnología digital más avanzada, con una pantalla OLED en color de alta resolución y un teclado retroiluminado, algo esencial para Chris en su entorno al aire libre y ante la escasez o ausencia de luz natural, ya que los festivales se prolongaron hasta bien entrada la noche.
Utilizó los datos de Optimus Environmental para trazar un mapa exacto de los puntos más ruidosos del recinto del festival y, a continuación, se dispuso a mitigar el ruido mediante la gestión del trazado y con un poco de ayuda de un agricultor local.
Chris compró 50 balas de paja densamente empacada y construyó varios muros de 6 m de ancho por 3 m de alto alrededor de los peores sistemas de sonido. Resultó ser una medida muy rentable. Una vez colocados, Chris volvió a realizar las mediciones con el Optimus Environmental y descubrió una reducción de 42dBA en los niveles de ruido, a sólo 12 metros de la pista de baile, detrás de los fardos de paja, lo que situaba el lugar dentro de los límites legales de 45dBA para las propiedades sensibles al ruido después de las 11 de la noche.
"Las barreras de paredes de balas de paja permitían aumentar entre 10 y 15 dBA el volumen de los sistemas de sonido en comparación con el año anterior, lo que superaba nuestras expectativas", explicó Chris. "Fue una gran solución porque las balas no desentonaban en este entorno de festival rural y al final del fin de semana simplemente las vendimos de nuevo al agricultor, ¡así que fue muy rentable y respetuoso con el medio ambiente!".
"El Optimus Environmental era el mejor sonómetro para este tipo de aplicación debido a su total facilidad de uso para lecturas en directo; poder cambiar rápidamente entre pantallas de información (gráfica, numérica, ponderaciones de frecuencia, vistas de filtrado de octavas 1:1 y 1:3), al tiempo que se toman lecturas reglamentarias de valores LAeq de 5 y 15 minutos es esencial para garantizar el cumplimiento de la normativa sobre ruido en los festivales", afirma Chris. "Es un dispositivo que he utilizado en muchas ocasiones y en muchos entornos. Para mi tipo de trabajo siempre es mi primera opción. El Optimus Environmental permite acceder fácilmente a las lecturas de monitorización de los fines de semana, lo que resulta extremadamente útil sin tener que descargar los datos primero."
LEGISLACIÓN SOBRE EL RUIDO EN LOS FESTIVALES
Los departamentos de Salud Medioambiental de las autoridades locales suelen adoptar como ejemplo las condiciones establecidas por la Código de los Consejos sobre el Ruido relativo al control del ruido ambiental en los conciertos (1995).
Estas condiciones se adjuntan a las condiciones de la licencia del local para el festival/evento musical, que los organizadores del evento deben cumplir íntegramente. Para que un evento tenga actuaciones musicales en directo o grabadas, debe tener una licencia de locales, o para eventos más pequeños (hasta 500) una licencia TEN (Aviso de Evento Temporal)[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row].