Esta semana se ha publicado un interesante estudio que apunta a un gran aumento de los niveles de contaminación acústica en las oficinas, y todo gracias a la popularización de los espacios de oficina de planta abierta.
La oficina de planta abierta está diseñada para aumentar la colaboración y la moral de los empleados, pero este último estudio de Oxford Economics ha descubierto que la contaminación acústica resultante está alcanzando nuevos niveles. Según los resultados, las condiciones han empeorado mucho desde que OE realizó su primer estudio en 2015.
Como parte de la última investigación, OE entrevistó a 500 altos ejecutivos y empleados no directivos de muchas industrias y áreas funcionales, abarcando el Reino Unido, EE.UU., Alemania, India, China, Australia, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Noruega.
El estudio también incluía entrevistas detalladas con ejecutivos que están tomando medidas para afrontar estos retos en sus oficinas abiertas.
He aquí algunas de las conclusiones con las que muchos de nosotros nos sentiremos identificados:
La mayoría de los ejecutivos y empleados encuestados afirman que el ruido es casi constante en su lugar de trabajo y muchos afirman que carecen de espacios tranquilos para reuniones o zonas en las que puedan concentrarse.
- Solo 1% de los empleados (por debajo de los 20% de 2015) afirman que son capaces de bloquear las distracciones y concentrarse sin pasar a la acción
- 54% de los ejecutivos creen que sus empleados tienen las herramientas que necesitan para mitigar el ruido en la oficina, pero solo 29% de los empleados están de acuerdo (por debajo de los 41% de 2015).
- 75% de los empleados afirman que necesitan dar paseos al aire libre para concentrarse, y 32% utilizan auriculares para bloquear las distracciones.
- Los empleados de las oficinas más ruidosas son más propensos a decir que podrían dejar su trabajo en los próximos seis meses.
En términos de bienestar, productividad y rendimiento financiero, el estudio concluyó lo siguiente:
- 63% de los empleados afirman que carecen de un espacio tranquilo para concentrarse en el trabajo, lo que repercute negativamente en su productividad, satisfacción y bienestar.
- 96% de los ejecutivos consideran que la productividad de los empleados es fundamental para sus resultados financieros, pero sólo 40% comprenden la relación entre el ruido, las distracciones y la productividad.
- Sólo el 6% de los ejecutivos afirma haber equipado su oficina con dispositivos de atenuación del ruido
Millennials
Los millennials, es decir, las personas de entre 22 y 36 años, están más acostumbrados a las oficinas de planta abierta que sus colegas de más edad, probablemente porque empezaron su carrera profesional en ese entorno. A pesar de ello, son los primeros en reconocer los problemas de ruido y los afrontan de forma diferente a sus colegas de más edad.
Los empleados millennials lo son:
- Mucho menos propensos a decir que un entorno de trabajo ruidoso les da energía (9% frente a 30% de los compañeros de más edad).
- Menos satisfechos con la distribución de su oficina que los empleados de más edad (38% de los millennials frente a 48% de los demás).
- Más propensos a decir que su organización debería abordar el ruido, la distracción y la sobrecarga de información (89% frente a 75% de los compañeros de más edad).
- Son más propensos a dar paseos al aire libre para concentrarse (84% frente a los 63% de los empleados de más edad), y menos propensos a utilizar una sala de descanso o un espacio tranquilo en la oficina.
Como nota final, la encuesta muestra una correlación entre el crecimiento de los ingresos de las empresas y la forma en que esas mismas empresas enfocan sus entornos de trabajo. Más de tres cuartas partes de las empresas con mejores resultados (crecimiento de los ingresos superior a 10% y menor rotación de personal) afirman que el diseño de las oficinas y la mitigación del ruido son importantes para los resultados financieros y abordan de forma proactiva el problema del ruido en sus oficinas. Estas empresas de alto rendimiento son más propensas a proporcionar a los trabajadores herramientas para bloquear el ruido y espacios tranquilos donde puedan concentrarse, y son menos propensas a afirmar que algunos empleados encuentran energizante un entorno ruidoso. Es interesante destacar que el ruido en el lugar de trabajo no sólo afecta a quienes trabajan en zonas industriales o fábricas, sino que la contaminación acústica en las oficinas es una preocupación real y cada vez mayor que los empresarios deben abordar. No sólo para ayudar a mantener la productividad, sino también para garantizar la protección de la salud y el bienestar de las personas.
Es pura coincidencia, pero en Cirrus Research acabamos de abrir por primera vez nuestras oficinas de ventas y marketing, así que puede que informe de si mi productividad ha cambiado algo. De momento creo que sólo ha cambiado mi cintura, debido a la política de "viernes de tarta" que parece haber arrasado en la oficina.