Las molestias acústicas vuelven a los titulares este mes con una serie de casos judiciales de gran repercusión en los que se ha acusado a personas de torturar a sus vecinos con música alta o continua.
Ahora bien, el gusto musical es subjetivo, pero no lo es el dolor y las molestias que puede causar cuando se lleva al extremo.
NO ES MÚSICA, ES TORTURA
El ruido fuerte o la música como forma de tortura está reconocido internacionalmente. El término "tortura musical" es utilizado a veces por quienes critican la práctica de poner música a todo volumen incesantemente a los presos o a las personas asediadas.
Tanto las Naciones Unidas como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos han prohibido el uso de música alta en los interrogatorios. Incluso los expertos estadounidenses en interrogatorios han reconocido que causa incomodidad, pero también afirman que no provoca "efectos a largo plazo". Se sabe que han utilizado thrash metal, el grupo de heavy rock Metallica e incluso melodías de Barrio Sésamo para doblegar la voluntad de los detenidos.
NADIE DIRÁ GRACIAS POR LA MÚSICA
Los perjuicios a largo plazo de este uso seguirán siendo objeto de debate, pero pregunte a cualquiera que viva al lado de un vecino ruidoso y su respuesta será unánime.
La semana pasada, en el Reino Unido, una adolescente fue multada con casi 900 libras por poner el volumen de James Blunt demasiado alto. Los funcionarios de sanidad ambiental del ayuntamiento oyeron a Rebecca Hope, de 19 años, poner a todo volumen el éxito de 2004 del cantante británico You're Beautiful en su piso del primer piso. Otro funcionario la visitó ocho días después y la oyó poner a todo volumen el número uno de 1998 C'est La Vie, de la banda irlandesa B*Witched.
Aficionados o no, la chica fue declarada culpable de incumplir en marzo y abril un aviso de reducción de ruidos en su casa del ayuntamiento de Ipswich, impuesto inicialmente por el Ipswich Borough Council en febrero después de que los vecinos se quejaran del ruido procedente de su piso.
Alegó que debía de ser otro vecino el que ponía la música, pero como ahora la mayoría de los ayuntamientos poseen o tienen acceso a equipos de grabación de ruidos molestos bastante sofisticados, sus súplicas cayeron en saco roto en el juzgado de primera instancia.
CÓMO PODEMOS AYUDARLE
El propio Cirrus Research Trojan2 Grabador de ruidos molestos es utilizado por decenas de ayuntamientos y asociaciones de la vivienda de todo el Reino Unido para este tipo de denuncias. Es muy difícil para cualquier acusado refutar los datos tan específicos que pueden recopilarse durante horas, días o incluso semanas.
El Trojan2 es fácil de usar y está diseñado para satisfacer las necesidades de los funcionarios de salud ambiental, asociaciones de vivienda o cualquier persona que necesite medir, controlar y registrar las molestias acústicas. Vea nuestro vídeo para obtener más información.
Así que, aunque pueda ser un pequeño consuelo inmediato para cualquiera que esté sufriendo a manos de vecinos ruidosos desconsiderados, al menos los funcionarios del Consejo tienen ahora la tecnología de su lado para grabar, exponer y condenar a aquellos que no creen que el silencio es oro.
No se fíe sólo de nuestra palabra, vea cómo le hemos ayudado Nick Tindall del Ayuntamiento de Hull.